miércoles, junio 30, 2010
sábado, junio 12, 2010
Ella
Nunca estuvo conforme con su vida, siempre quería más, siempre deseaba lo que no tenía, y una vez que lo conseguía se olvida de ello. Desconfiaba de todo y de todos, pero en el fondo era una idealista que deseaba contribuir a hacer del mundo un lugar mejor.
Deseaba ser amada y odiada, pero no pasar desapercibida. Temía la soledad, pero luchaba por alejar a todos. Cada noche se proponía ser una mejor persona, pero al llegar el día desistía de este intento. Quería ser siempre la mejor, tener una carrera, ser una profesional, ante los demás decía no querer una vida ordinaria; pero en el fondo de su corazón deseaba la tranquilidad de una familia, de un esposo que la cuidara y amara, y de un hijo a quien amar.
Esta mujer iba regando promesas de amor por el camino, pero tenía miedo de comprometerse, por lo que siempre huía.
Esta mujer llegó a mi vida. Pidió amor y se lo di, pidió pasión y me entregué, pidió aventura y accedí, pidió alguien que la abrazara y ofrecí mis brazos, pidió tiempo y se lo di. Aún la sigo esperando, a veces llega y luego se va, regresa a mí cuando siente que el mundo la defrauda. Últimamente ha tardado en volver, a veces me preocupo por ella, pero sé que está rondando por el mundo, regando pasión, haciendo promesas de amor que no cumplirá; y cuando vuelva a sentir miedo, regresará, por que no le exijo mucho, sólo que siempre vuelva.
Para cuando decidas regresar, aquí te espero mi amor.